El 9 de julio cumplirá nuestra Congregación La Reconciliación 45 años. Este será el fundamento para los siguientes recuerdos de nuestra historia y también para mostrar algunas fotos, empezando con una lista de l@s pastores y presidentes /-as. Algun@s de ell@s han escrito pequeñas cosas en relación a acontecimientos especiales de su tiempo. Si pinchan el nombre, son guiados al archivo pdf correspondiente.
Esperamos que esto sea de su interés y los invitamos cordialmente a colaborar con sus recuerdos o fotos! Pueden contactarnos con mucho gusto y veremos las opciones para darlas a conocer.
Las Presidentas y los Presidentes de nuestra congregación:
Hans Junge 1975-76
Dr. Gisela Schmidt-Hebbel: 1976-1986
Vilma Zimmerling Möller: 1986-1989
Dr. Hermann Schmidt-Hebbel: 1990-1991
Helmut Hardings: 1992-1999
Eva Nehm: 1999-2001
Lucy Preisler: 2001-2008
Michael Wagner: 2008-2019
Edzard zu Knyphausen: desde octubre 2019
La Pastora y los Pastores de nuestra congregación:
Axel Becker: 1975-1980
Carlos Steenbuck: 1981-1987
René Lammer: 1987-1993
Martin Junge: 1994-2000
Enno Haaks: 2001-2009
Friedemann Bauschert: 2010-2013
(Raphael Quandt y Georg Welker en el tiempo de la vacante: 2013/14)
Nicole Oehler y Johannes Merkel: desde Oktober 2014
45 años Congregación La Reconciliación: los primeros 11 años (1975-1986)
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El presidente y la presidenta en esta época: Hans Junge (1975-76) y Dr. Gisela Schmidt-Hebbel (1976-1986); los pastores: Axel Becker (1975-1980) und Carlos Steenbuck (1981-1987)
Personajes importantes en el primer tiempo de la Congregación La Reconciliación: pastor Axel Becker, acá con el grupo de l@s confirmand@s en El Tabito (a la derecha arriba); Gisela Schmidt-Hebbel, acá el día de su 90to cumpleaños con otras mujeres de la generación fundadora; Carlos y Selma Steenbuck, acá con la hermana Karoline Mayer (arriba)
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“La Reconciliación es el resultado de un desarrollo complicado en un tiempo de grandes cambios en la sociedad Chilena al igual que en la Iglesia Luterana en Chile. Que Iglesias se separen, y que se formen nuevas es un proceso para nada usual.” así comienza el Pastor Axel Becker sus recuerdos.
Hace 50 años la Iglesia Luterana “alemana” en Chile tuvo una apertura suave hacia la sociedad chilena de habla castellana. Esto no estaba mal, al igual que la preocupación social en los campamentos y las preguntas que de ahí nacían, qué significa ser cristian@.
El símbolo para estos conflictos fue el Pastor Helmut Frenz que en Concepción se ocupó por las personas más pobres, que antes habían estado en terrenos en toma, y que más tarde, después del Golpe Militar se desarrolló como Obispo para l@s perseguid@s. Su Comunidad era la Congregación El Redentor aquí en Santiago. Casi todas las comunidades tradicionales alemanas se fueron en 1975 de la comunidad eclesiástica y se formó la ILCH (Iglesia Luterana en Chile) separandose de la IELCH (Iglesia Evangélica Luterana en Chile). Un desarrollo al cual nuestr@s padres y madres de la Reconciliación no querían aceptar.
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A la derecha arriba: El templo de la congregación “La Trinidad” en Ñuñoa en la época del adviento – allá la Congregación La Reconciliación desarrolló sus actividades durante de los prímeros 24 años de su existencia. A la derecha abajo: preparar la feria de navidad – un ingreso importante para el compromiso diacónico como para las demás actividades.
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A la izquierda: se ve las mediaguas y la pobreza. A pesar de ello la mujer está saludando con una sonrisa – tal vez sabe, que sus hij@s están bien en uno de “los Belénes” (los jardínes infantiles de nuestra congregación en esta época).
Desde el inicio se preocuparon de la diaconía y apoyaron a familias vulnerables que vivían en ese entonces en el sitio del Parque Arauco, (Población San Luis), formando el trabajo social de la Congregación. Después de un cambio de lugar obligado de las familias por el Régimen Militar le resultó a La Reconciliación continuar con este acompañamiento en el sur de Santiago. Allí se formó tres jardines infantiles – “los Belenes”. Impresiona ver cómo esta pequeña comunidad hacía tanto financiera- y administrativamente y es admirable como las familias a quienes en esa fecha se les ayudó, aún conservan gran cariño para l@s papás y mamás de nuestra Congregación. “Servir a los más pobres con la Palabra de Dios”, así se expresó la Presidenta de muchos años Gisela Schmidt-Hebbel sobre la misión nuestra. Hoy aún existe esta misión y es nuestro Colegio Belén O´Higgins.
La Congregación estaba formada al inicio de pocas familias, pero muy activas. Estas familias en parte se marginaron dentro de la comunidad chileno-alemana, decían por ej. a una persona que haría la confirmación en La Reconciliación: “AH, tu vas donde los comunistas!?” Fue así como los cumpleaños de la congregación han sido fiestas de gran agradecimiento y alegría bajo el lema “nosotr@s aún existimos”. Las personas se juntan bajo “la palabra de Dios” y trabajan en conjunto haciendo una comunidad a pesar que cada uno tiene su propia opinión política y formas de ver la vida muy diferentes. Algo que es importante y funciona hasta el día de hoy.
En un templo propio no se podía pensar siquiera en esa fecha, por suerte la Iglesia Alemana continuó enviando Pastores. Los cultos eran en la iglesia de la congregación La Trinidad de Ñuñoa en la tarde del domingo y la mayoría de las actividades se desarrollaban en la casa pastoral en la Av. Ricardo Lyon. ¡Y ya hace 40 años que se viajaba a El Tabito! En uno de los Jardines Infantiles se formó más tarde una nueva comunidad luterana (Belén La Bandera). Para ella fue construido un pequeño templo en los años ochenta.
Nosotr@s miramos hacia atrás a un pasado bien movido. Los tiempos fueron difíciles y también la primera década. Nada era sencillo. ¡Qué bueno que habían y hay tantas personas que con sus talentos y dones, su paciencia y sus oraciones para La Reconciliación aún cooperan! El Cumpleaños número 45 también significa: Muchos motivos para agradecer.
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40 años atrás como hoy en día: en una comunidad luterana se celebra matrimonios y bautismos, se prepara jóvenes a su confirmación y se recuerda a las personas fallecidas en los funerales. Ya por mucho tiempo no hubo un coro de instrumentos de viento en nuestra congregación. Y hoy tampoco no se puede imaginar que existía una población entre Vitacura y Las Condes donde ahora se ubican el Parque Araucano y los nobles rascacielos. Allá vivieron las familias con las cuales empezó el trabajo diacónico de nuestra congregación.
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45 años Congregación La Reconciliación: los segundos 11 años (1986 – 1997)
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La presidenta y los presidentes en esta época: : Vilma Zimmerling Möller (1986-1989), Dr. Hermann Schmidt-Hebbel (1990-1991), Helmut Hardings (1992-1999); los pastores: Carlos Steenbuck (1981-1987), René Lammer (1987-1993) y Martin Junge (1994-2000)
Siempre en movimiento – igual el compromiso social de nuestra congregación: se construye nuevos edificios para los jardines infantiles y desarrolla nuevos programas educacionales. Toda la administración cuesta mucha energía, mucho tiempo y muchos recursos (lo último por suerte viene en su mayoría por donaciones de Alemania). L@s niñ@s están disfrutando su día en los Belénes – eso se ve en las fotos de todas las décadas..
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La Congregación La Reconciliación se fundó 1975 en una difícil situación. Los primeros 11 años estaban llenos de desafíos que debieron vencerse. Se puede considerar un milagro el hecho de que hubo un próximo decenio. Martin Junge (pastor de la congregación entre 1994 y 2000) lo expresa así:
“Pero la situación de la congregación se presentaba difícil. Incluso muy difícil. Estaba entre la espada y la pared. El así llamado “núcleo de la congregación”, el que por años había mantenido la vida congregacional con un esfuerzo nunca antes visto, apenas había crecido. Todo el trabajo congregacional, con sus Jardines infantiles pesaba sobre los hombros de algun@s poc@s. Y estos hombros estaban cada vez más cansados”.
Sin embargo, (otra vez Junge): ”Al pensar retrospectivamente en la Congregación La Reconciliación, llega a mi mente la imagen de un astro, el que con su sola presencia ejerce una fuerza de atracción a la que es muy difícil de oponerse. Mientras más nos acercamos a la Congregación La Reconciliación y a sus personas, tanto más nos atraen”. También hoy en día se escucha a menudo: Aquí se han comprometido (y se comprometen) muchas personas extraordinarias y sus obras eran (y son) bendecidas por Dios.
No se logró la reconciliación de ambas iglesias luteranas, y fue absolutamente imposible solucionar todos los problemas de las familias que fueron erradicadas de la población San Luis de las Condes. Sin embargo, la Congregación La Reconciliación logró establecer tres nuevos Jardines Infantiles (las familias habían sido llevadas a tres lugares diferentes) y seguía brindando un lugar, donde personas de muy diferente decendencia y de muy distintas ideas podían compartir con alegría bajo la palabra de Dios.
Con ayuda financiera desde Alemania se amplió cada vez más la labor diacónica-social, a pesar de que eso exigió muchísimo a la pequeña congregación. El compromiso era enorme y los resultados espectaculares: se ayudó en forma muy concreta a personas – mucho más allá del “Cuidado de niñ@s”. En Belén La Bandera incluso nació alrededor del Jardín Infantil una nueva congregación luterana.
El Jardín Belén El Cobre fue finalmente entregada a la hermana Karolina Mayer, monja amiga con proyectos parecidos, porque tanto la administración, como las finanzas, la conducción del personal y cumplir con las exigencias estatales para Jardines era imposible cumplir para tres Jardines. En la Villa O´Higgins, donde ahora se encuentra nuestro Colegio, se intensificó la labor pastoral a partir de 1991, empezando ya las primeras reflexiones sobre la conveniencia de fundar un colegio. Y en el año 1996 se creó la escuela Básica Belén O´Higgins con un primer año básico y con el crecimiento anual de un curso por nivel.
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A la izquierda: Pastor René Lammer con l@s confirmand@s en frente de la Christuskirche (congregación La Trinidad) en Ñuñoa. A la derecha: todas las actividades necesitan preparación y administración – aún más en los proyectos diacónicos.
El deseo de una reconciliación entre ambas iglesias luteranas seguía siendo un desafío latente. La Congregación La Reconciliación se encontró más que una vez “entre las espalda y la pared”: tuvo problemas en su propia iglesia (IELCH) donde se le miró con recelo, por otro lado sufrió trabas producidas por la ILCH (p. ej. excluyendo a nuestro pastor René Lammer de la posibilidad de impartir clases de religión en el Colegio Alemán, con el fin de separar la congregación de la juventud). A pesar de todo eso, la congregación nunca renunció a sus metas, ni de ser una congregación en la cual había lugar para puntos de vista diferentes. “Quizás la experiencia de vida más importante que tuve, fue la de desarrollar un respeto profundo y lazos verdaderos hacia personas que tenían una opinión política distinta a la mía. A fines de los ochenta, el país estaba todavía profundamente dividido y polarizado, y esta división atravesó la congregación La Reconciliación. En esta situación viví nuestra fe común como algo que nos unifica profundamente. Hubo y hay un fundamento, que soporta las diferencias hasta tal grado, que se pueden encarar, pero al final pueden seguir sosteniéndose.” (René Lammer)
Algunos proyectos resultaron no viables, como p.ej. proveer los Jardines con verduras de alta calidad por producción propia. Sin embargo, otras iniciativas prosperaron: se empezó celebrar cultos infantiles y abrir espacios para familias jóvenes. Eso lo calificaron los responsables de entonces como un camino bastante duro. Sin embargo, valió el esfuerzo: también ahora en junio 2020, o sea 30 años después, nuestra Congregación La Reconciliación se destaca por su acogimiento especial para familias, el grupo de familias fundadoras dio lugar a una congregación mucho más grande.
De otro cambio que afectó en gran medida nuestra congregación hasta hoy, les contaremos la próxima semana..
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Una comunidad necesita gente que se involucra y que toma responsabilidades – p.e. nuestro antiguo pastor Martin Junge, actualmente Secretario General de la Federación Luterana Mundial (a la izquierda) y nuestro antiguo presidente Helmut Hardings (a la derecha).
45 años Congregación La Reconciliación: los terceros 11 años (1998-2009)
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La presidenta y el presidente en esta época: Lucy Preisler (2001-2008), Michael Wagner (2008-2019); los pastores: Martin Junge (1994-2000) und Enno Haaks (2001-2009)
Dos personas importantes de la época – todavía presentes en los corazones de much@s: Lucy Preisler y Enno Haaks. La nueva iglesia El Buen Pastor necesita nueva vida y nueva pintura…
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En los años Noventa hubo un escándalo financiero en la Congregación “El Buen Pastor” en Las Condes y se quebró la congregación lamentablemente por completo. Sin embargo para nuestra Reconciliación se abrió a una nueva oportunidad fantástica. Recibió el terreno y el templo en Alonso de Camargo esquina Somorrostro de la Iglesia Madre (IELCH) a su disposición.
Con gran gratitud por el apoyo de tantos años de la Comunidad La Trinidad en Ñuñoa, ahora aparecían totalmente nuevas oportunidades de desarrollar la vida comunitaria y de crecer como comunidad, ya que el templo estaba más cerca de la mayoría de los miembros y no había límites para las actividades por el uso de los anfitriones.
„El cambio sustancial dentro de la congregación se produjo por una circunstancia externa, con la cual Dios seguramente quería bendecir la perseverancia y el servicio que le había rendido su congregación: La congregación se trasladó 1999 desde la antigua, Iglesia de Cristo, la que para todos era familiar, a la Iglesia El Buen Pastor. Con “ensayos” y una serie de prédicas sobre la “Iglesia, Edificio de la Iglesia y Congregación” el Directorio trató de suavizar al máximo este cambio. Esto se consiguió por cuanto que el aumento rasante de la asistencia a los cultos, especialmente de familias jóvenes, pudo compensar el duelo por el antiguo edificio de la Iglesia de Cristo, para ellos tan familiar y que habían dejado atrás. Pude sentir especialmente en los miembros mayores la nostalgia que sentían por un lugar que había llegado a ser un hogar para ellos; al tomar decisiones y en momentos difíciles del pasado como también para las fiestas y celebraciones que la vida siempre vuelve a ofrecer.“ (El pastor de aquella época Martin Junge).
Y con el nuevo Pastor Enno Haaks se vendió la antigua casa pastoral y el terreno en Las Condes se amplió a un “Centro Comunitario”. También el ya iniciado camino del trabajo con niñ@s y familias continuó consecuentemente como por ejemplo el campamento en El Tabito o los cursos de Pre-Confirmación para niñ@s del Tercero o Cuarto básico. En el Colegio Belén cada año se incluía un nuevo curso hasta que conseguimos la Colegiatura completa hasta 8° año y dos años de Pre-básica. Más no nos permite el terreno de momento, pero haber llegado hasta este punto es una gran cosa. Siempre continuamos construyendo el Colegio, hasta que en 2007 se pudo inaugurar un nuevo recinto escolar. Y ya en 2004 se había construido la “Capilla La Esperanza” en el terreno. Allí se formó una pequeña misión de La Reconciliación. Aunque Chile tenía un crecimiento muy favorable, las personas en los barrios más pobres ya no pasaban hambre, sin embargo las necesidades dentro de las familias seguían siendo muy grandes.
„Como viajeros de dos mundos vivimos en nuestro cotidiano de comunidad con la vista en los Belenes. Una parte de la identidad de nuestra comunidad son los Belenes. Pero cuantas veces hemos pensado que nuestra vida de comunidad sería mucho más simple sin ellos. Serían muchas menos las dificultades, pero cuán pobres seríamos sin ellos… (Pastor Enno Haaks durante de la celebración del cumpleaños número 30 de nuestra congregación).
Una consecuencia de la cita arriba mencionada (y una amenaza para la vida de la congregación) eran las dificultades con la entrega del Jardín Infantil “La Bandera” a la comunidad hermana luterana en Enero 2008. Este y otros proyectos solo fueron posibles debido al gran apoyo y donaciones muy loables organizadas en Chile, Alemania y Suiza. La Reconciliación tuvo crisis – varias veces – pero gracias a Dios nunca se encontró sola.
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A la izquierda: Se construyó mucho – por ejemplo la casa pastoral con oficina y la sala al lado del templo El Buen Pastor (arriba) o la capilla “La Esperanza” en el terreno del colegio (abajo). A la derecha: para el financiamento de todas las actividades (también de las actividades diacónicas) se creó campañas como “Sushi & wine” – una cena solidaria (acá arriba: las preparaciones). El día 10 de julio 2005 se celebró el cumpleaños número 30 de la congregación y el patio estaba lleno de gente para el brindis después del culto.
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La nueva Iglesia, el jardín, la sala pastoral – todo se llenó rápidamente con vida y se convirtió en patria para muchas personas. „¿Dónde hay una congregación cristiana a la cual asisten la misma cantidad de nin@s y adultos a sus cultos? “ se preguntaba en esa época Enno Haaks y nos preguntamos aún hoy. Igual seguimos celebrando el quinto domingo del mes un culto bilingüe. También podemos decir que hemos continuado – hasta el inicio del COVID19 – con los jóvenes voluntarios para el Colegio Belén, que vienen con el programa mundial del Gobierno Alemán a Chile a trabajar por un año en recintos estudiantiles.
También la lucha para encontrar caminos pedagógicos, para traspasar la enseñanza a l@s niñ@s en el Colegio bajo difíciles circunstancias, o los alegres bailes chilenos para las Fiestas Patrias ya se podían observar hace 15 o 20 años. Cuando un@ busca un versículo bíblico para describir los primeros 33 años de nuestra Reconciliación entre 1975 y 2009 podría recomendar: „Estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen.“ (1 Pedro 3:15) Justamente eso es lo que sucedió – en la vida congregacional en el sentido estricto y también en el compromiso social-diacónico.
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Ya desde de los años 90 un signo de la Congregación La Reconciliación: el compromiso para l@s niñ@s y sus familias. A la izquierda: “Campamento en la iglesia” y campamento del verano en El Tabito. A la derecha: desfile de St. Martín y bendición de l@s pre-confirmand@s.
Para continuar leyendo podemos recomendarles los recuerdos de los pastores Martin Junge (1994-2000) y Enno Haaks (2001-2009) que por motivo del cumpleaños número 30 y 40 de la Congregación escribieron. Y con un “clic” en el nombre pueden alcanzar estas informaciones.
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45 años Congregación La Reconciliación: los últimos 11 años (2010-2020)
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Presidentes de esta época: Michael Wagner (2008-2019), Edzard zu Knyphausen (desde octubre 2019)
Pastores de esta época: Friedemann Bauschert (2010-2013), Raphael Quandt y Georg Welker (2013/14 en el tiempo de la vacante – sin pastor “fijo”), Nicole Oehler y Johannes Merkel (desde octubre 2014)
Música, música, música – una parte central en La Reconciliación. Acá de los últimos años: flauta, clarinete y piano; ciclo de conciertos “Barroco andino” con una mezcla de música europea y andina; el coro SantiagoGospel y el coro de l@s alumn@s del Colegio Alemán – ¡Canten al Señor un catico nuevo!
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El principio de nuestra historia congregacional, hace 45 años, fue marcado por la separación de una parte de la IELCH, que fundó la ILCH. Nuestra congregación siempre consideró una meta importante de fomentar un reencuentro. 2014 parecía que se iba convertir este sueño en realidad, y algun@s ya empezaron con la planificación para celebrar la reunificación. Sin embargo, después de que nuestra iglesia, la IELCH, había aprobado, en principio, los estatutos elaborados para una iglesia luterana unificada, en el sínodo de la ILCH no recibieron los votos que se necesitaban. Tres años más tarde, se dio este caso al revés: Las bases elaboradas para una “Federación Luterana de IELCH e ILCH” fueron aprobadas en el sínodo de la ILCH, pero en la IELCH no. El obispo de la ILCH, Siegfried Sander, reaccionó en el boletín de nuestra congregación a este acontecimiento así: “Estoy de duelo. Estar de duelo significa vivir el dolor después de una pérdida. Ya hace más de cuarenta años estamos de duelo porque la división de la iglesia duele. Y ahora una vez más duele que también el último intento ha causado tanta discordia. Peleas duras causan algo como una pequeña muerte. Independientemente si estamos en favor o en contra – ya está hecho el daño. Estamos dolidos.” Este dolor nos acompaña desde entonces y nos mueve a mantener buenas relaciones con la congregación El Redentor (ILCH), sin embargo, nos mantenemos como parte de la IELCH a pesar de todas las dificultades que a veces surgen por eso.
Por eso mismo, no solamente fue un honor, sino una gran alegría que nuestra iglesia pudo ser anfitriona para el culto festivo de ambas iglesias en conjunto (!), que se realizó el 31 de Octubre de 2017. Celebramos “500 años de la Reforma” con much@s herman@s de congregaciones de todo Chile. Fuimos testigos orgullos@s de la primera visita de un soberano del estado chileno a un culto luterano: Además de much@s representantes religios@s estuvo presente la presidenta Michelle Bachelet quien pronunció palabras de saludo. Compartiendo después en el jardín de la casa pastoral no hubo que discutir sobre la unidad luterana: ¡Ésta se vivió!
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Seguir construyendo: un sistema fotovoltaico en el techo de nuestra iglesia “El Buen Pastor” (2017, a la izquierda arriba); la nueva iluminación y el nuevo piso de madera (2019 y 2013 abajo); por fin el techumbre protejendo el patio en nuestro Colegio Belén O´Higgins (2019, a la derecha arriba). Todo eso fue posible por el apoyo de muchas personas y además de la iglesia en Alemania. ¡No somos much@s – pero logramos mucho!
La última década de la congregación trajo un desafío difícil: Por diferentes circunstancias se produjo una vacancia (período sin un pastor fijo) bastante extensa, que llevó a muchos cambios respecto a la conducción espiritual, al contrario de cómo había sido en las décadas anteriores. A consecuencia de esto, algunos logros se esfumaron y la congregación perdió miembros. Que la congregación La Reconciliación superó este trance se debe a un pequeño núcleo muy comprometido de miembros y al presidente por muchos años, Michael Wagner, quien además trabajó incansablemente para el desarrollo y la estabilización de nuestro Colegio Belén O´Higgins. Estas personas mantuvieron la realización de los cultos, apoyaron a los remplazantes interinos y finalmente eligieron las nuevas personas para el puesto pastoral.
En Octubre 2014 se recibió por primera vez una mujer como pastora, Nicole Oehler. Nicole y su marido Johannes Merkel comparten el puesto pastoral. En seguida se retomaron antiguas tradiciones, pero también se introdujeron cosas nuevas; la comunidad recobró vida y la participación en los cultos aumentó. Hay una actividad que ya se realiza desde hace 15 años, pero nunca se nombró en los capítulos de esta seria sobre la historia de nuestra congregación, por eso, aquí se mencionará: Se recuerda la “Noche de los cristales rotos” en conjunto con la comunidad judía. El rabino Shmuel Szteinhaendler siempre es un bienvenido invitado, no solamente para dicho evento sino también en otras ocasiones. El rabino también ha recibido nuestr@s confirmand@s en su sinagoga.
El “taller de obra navideña” se ha convertido para muchas familias en un acontecimiento muy esperado. No solamente abarca “algunos ensayos”, sino más de 40 niñ@s y jóvenes se reúnen varios días seguidos para jugar, cantar y sobre todo para elaborar la obra a presentar. Hay que desarrollar el tema, estudiar y ensayar la obra, confeccionar el vestuario y accesorios, ensayar pequeñas coreografías y gags técnicos.
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A LA IZQUIERDA: el cumpleaños número 40 de nuestra congregación celebramos en grande – p.e. con una noche alegre en nuestra iglesia “El Buen Pastor”: con una cena festiva, con fotos y recuerdos. En el colegio y ademá en las actividades de la congregación (especialmente con l@s niñ@s y jóvenes) están muy presentes: l@s voluntari@s alemanes (acá el último grupo que por la situcaión tuvieron que salir ya en marzo).
A LA DERECHA: la primera vez que participó un soberano del estado chileno en un culto luterano – la presidenta Michelle Bachelet en la celebración de los “500 años de la Reforma” en nuestro templo. Con muchos colores, mucho baile y mucha música: las fiestas de l@s alumn@s en nuestro Colegio Belén O´Higgins – acá la “Noche de las Américas”.
En el Colegio Belén O´Higgins se hizo prioritario, en los últimos años, consolidar el quehacer pedagógico y la administración. A pesar de que el ambiente local estuvo cambiando, e incluso un poquito del desarrollo económico favoreció a los pobres, 90% de nuestro alumnado pertenece a la parte más vulnerable de la sociedad. Violencia y drogas siguen presentes en el barrio y lamentablemente también en las familias. Nuestro compromiso diacónico sigue siendo necesario aún después de 45 años, y los desafíos de poner acentos positivos en este ambiente siguen válidos. Cada vez se sumaron nuevas dificultades producidos por exigencias del estado chileno; lograr el financiamiento del trabajo con los escasas medios aportados se convirtió en un acto de equilibrio en la cuerda floja. Se produjo una gran crisis financiera, que amenazó la existencia tanto del colegio como de la congregación. Por eso se decidió separar ambos en lo legal y fundar la “Corporación educacional Martín Lutero”. La Congregación La Reconciliación y el colegio se mantienen juntos y también los estatutos unen ambos. Sin embargo, por esa medida de separación legal, se facilitan algunos trámites administrativos.
Después de que el director, Luis Varela, y Cecilia Farias (UTP) alcanzaron su jubilación, hubo, por ese cambio generacional, un brío nuevo respecto a la conducción pedagógica. Esto hacía falta, porque los resultados del SIMCE fueron malos – lo que no sorprende considerando la situación social de las familias y del lugar. Una mejoría en este sentido se hizo urgente, porque el estado podría sancionar el colegio. Las familias de nuestro colegio fueron afectadas mucho por las consecuencias de las protestas sociales que tuvieron lugar a partir de octubre, y también la pandemia del COVID les golpeó duramente. Eso inaugura, para los próximos años, un trabajo muy difícil, pero al mismo tiempo sumamente necesario.