Con la bendición de Dios al “torbellino” de marzo

En nuestro tradicional culto “todo empieza (de nuevo)” de este año, no sólo hubo música especialmente hermosa de Alexander al piano, sino que incluso nos trajimos el Mar de Galilea a la iglesia. Los discípulos viajaban por él en una barca cuando hizo honor a su nombre: Mar porque geograficamente es un lago.

El viento bastante fuerte, las olas rompían y el miedo crecía. También cuando Jesús se acercó, pues al principio pensaron que era un fantasma. Pero la mano de Jesús sacó a Pedro del agua, calmó el pánico y la tempestad: este es el tipo de compañía que también deseamos para el nuevo semestre.

Por eso hemos puesto a tod@s l@s que empiezan algo nuevo (o: de nuevo) especialmente bajo la bendición de Dios. Y cantamos con alegría “Bajo el arcoíris ddivino”. Después del culto, la alegría del reencuentro y la confraternidad continuó en el jardín con un delicioso asado. ¡Ahora estamos listos para partir!

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