Kyrie y Gloria son elementos litúrgicos en nuestros cultos. Pero en verdad, ¡son mucho más que eso! También son una posibilidad, de llegar a Dios con lo que nos pesa y encontrar consuelo. Y eso lo podemos hacer en cualquier lugar a toda hora. ¡A eso les invitamos!
Kyrie: menciona a Dios lo que te pesa => ¿Cómo puede ser esto?
1. Búscate un lugar, que para ti sea apto, donde encuentres tranquilidad, donde tú te sientas bien, donde te puedas sentir cerca de Dios.
2. Piensa y preséntale a Dios (en pensamientos o en voz alta):
• ¿Qué me aflige o me pesa?
• ¿Por qué lloro, qué me quita el sueño?
• ¿Por qué debería llorar?
• ¿En qué momento he dañado a alguien?
• ¿Hay algo, que me debe ser perdonado?
• ¿Hay algo, que me debería perdonar a mí mismo?
• ¿Hay algo, que me aleja de Dios?
3. Di en voz alta: „Kyrie eleison.
¡Señor, ten piedad de mí!“ o canta un Kyrie:
Goria: recibe el consuelo de Dios => ¿Cómo puede ser esto?
Búscate un lugar / una forma, con la cual tú te puedes sentir unid@ a Dios (pon tu cara hacia el sol / acuéstate en el pasto / prende una vela / cierra los ojos / …)
Y háblate en el nombre de Dios: „¡Soy el hijo amado / la hija amada de Dios! Dios me ve como soy y me acepta. Dios se ha apiadado de mí, de eso puedo estar segur@.“
Si tú prefieres, puedes pedir a otra persona que te lo diga y / o bien, cantar un Gloria: