Mensaje a sus casas 01/21

Querid@s amig@s, querid@s miembros de la congregación la Reconciliación:

Como ya anunciado, seguiremos con los mensajes para la casa, pero abordando, en lo posible, no más de tres puntos, para facilitar la lectura en este mes de Marzo que se presenta para much@s con situaciones estresantes.

Pretendemos presentar en los primeros mensajes, hasta Pascua de Resurrección, cada vez un personaje bíblico del relato de la pasión. Hoy comenzaremos con Pedro. Además, se incluyen noticias de la congregación y finalizaremos, como siempre, con una oración, un versículo y una cita.

¡Disfruten la lectura! Comentarios y sugerencias siempre son bienvenidos.

  1. Personajes del relato bíblico de la pasión: Pedro.
  2. Todo comienza de nuevo.
  3. Al final: una oración, un versículo y una cita.

 

1. Personajes del relato bíblico de la pasión: Pedro

Se podía confiar en Pedro. El estaba desde el principio con Jesús, fue uno de los primeros discípulos. Compartió muchas experiencias junto a Jesús, y asumió muchas veces como vocero. Confesó que Jesús era el Cristo, antes que l@s otr@s, que todavía no estaban segur@s de eso.

A Pedro se llamó “la roca” para edificar sobre ella la comunidad, y a él se iban entregar las llaves del reino de los cielos. Por eso mismo, es completamente entendible que la iglesia católica romana fundamenta en Pedro su doctrina respecto al papado que se concibe como fundamento de la iglesia y como guardián de las llaves.

Pedro era pescador en el lago Genesaret y Jesús sana su suegra. Los evangelios relatan que Pedro estaba dispuesto a abandonar todo para seguir al Señor. Demuestra que se puede confiar en él, se le entrega mucha responsabilidad: “afirma tus hermanos”, “apacienta mis ovejas”. ¡Una verdadera roca! Sin embargo, se presenta durante el relato de la pasión también como alguien que tambalea. Recién se mostró como ejemplo inalcanzable de firmeza y ahora se muestra vulnerable y se equivoca como nosotr@s.

En el jardín Getsemaní Jesús está muy consciente que se avecina su arresto y su muerte. Se sumerge en oración y pide a sus amigos: “Manténganse despiert@s y recen conmigo”. Sin embargo, ell@s le dejan sol@. Una y otra vez.

Horas después: Jesús fue arrestado y Pedro quiere indagar qué ha sido del maestro, ya que había prometido estar fielmente a su lado. Sin embargo, cuando le preguntan si tiene relación con el acusado, reniega. ¡Tres veces! Canta un gallo y Pedro se da cuenta que sucedió lo que Jesús había predicho: ¡Lo negó! Entonces se pone a llorar amargamente.

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Yo admiro a Pedro precisamente por eso. Es capaz de admitir su error frente a si mismo y frente a otr@s. A pesar de ser el discípulo modelo, la roca, se atreve a confesar que cometió una grave falta. Siente un gran dolor por eso y es capaz de demostrarlo. En eso me parece ejemplo digno de imitar, no solamente por su fe en Jesús.

Algun@s piensan que la iglesia católica romana podría aprender de la manera como Pedro asume errores, en vez de enfatizar obstinadamente en el “poder de las llaves para el cielo”. Pero: ¿Porqué no empezar con nosotr@s mism@s? ¿Proponernos de asumir, por lo menos en las próximas semanas, con paciencia lo que no logramos? Asumir y no negar.

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La noche entre jueves santo y viernes santo: Jesús está en la carcel y Pedro quiere saber, como está. Pero cuando preguntan a Pedro “Tú también andabas con Jesús, el de Galilea.” Pero él negó a conocer a Jesús.

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Siendo humanos, somos ni perfect@s ni infalibles. Admitir esto frente a otr@s y frente a nosotr@s mism@s no es fácil, pero mejora la calidad de vida. Esto sí constituye una roca sobre la cual se puede edificar.

 

2. Todo comienza de nuevo…….

Volvimos de las vacaciones y volvimos al jardín: El domingo pasado pudimos celebrar un lindo culto familiar en el jardín. Era una gran alegría poder reencontrarse en forma presencial, aunque con mascarillas y a distancia y sin canto y sin asado.

 

Durante el culto se “llenaron” diversas maletas: una con cosas que recuerdan el verano que ya se está terminando, otra con cosas que quisiéramos sepultar en la profundidad del mar, otra con cosas que necesitaremos para el próximo semestre.

 

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También pedimos las bendiciones de Dios para todo lo que, ahora en marzo, empieza de nuevo. Dimos la bienvenida a la familia Altvater – Lukas colaborará como pastor por un año en nuestra congregación. Quien todavía no ha leído (en el mensaje para las vacaciones) su presentación, la encontrará aquí nuevamente.

El próximo fin de semana dedicaremos principalmente a l@s confirmand@s. La noche del viernes al sábado lo pasarán junt@s, no en la iglesia como ya era costumbre, sino -por causa de la pandemia – en el jardín, y cada un@ en su propia carpa. El domingo se bautizará una joven del grupo. ¡Qué alegría!

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El directorio también vuelve a sesionar después de la interrupción de las vacaciones. Sí, se puede afirmar: Todo empieza de nuevo.

 

3. Al final: una oración, un versículo y una cita

La oración:

Dios, tú nos conoces: Tú sabes cuánto nos cuesta admitir nuestras faltas,
Tú ves cuándo nos falta voluntad de perdonar o reconciliarnos completamente y sinceramente.
A veces, como Pedro, nos llenamos la boca, pero no podemos o no queremos afirmar lo dicho por lo hecho.

Ayúdanos, te pedimos, para lograr ser más sincer@s tanto con nosotr@s mism@s como con otr@s, siempre, pero especialmente en estas semanas antes de Pascua de Resurrección.
Danos la fuerza de admitir nuestros errores y empatía para escuchar las confesiones de otr@s.
Danos valor para perdonar y buscar reconciliación.
Danos la fuerza para realizar hechos que confirman las palabras.

Dios, tú nos conoces: A veces tenemos temor de declararnos tus discípul@s o seguir tu camino.
Tú sabes que a veces nos hace falta una roca para apoyar nuestra fe, que necesitamos gente como Pedro que toman la delantera.
Mándanos pastores que nos guían, danos seguridad cuando la confianza flaquea.
Sé tú nuestro camino, nuestra meta, nuestra fuerza.
Amén.
 

El versículo:

Pedro le contestó:
—Aunque todos pierdan su fe en ti, yo no la perderé.
Jesús le dijo:
—Te aseguro que esta misma noche, antes que cante el gallo, me negarás tres veces.
Pedro afirmó:
—Aunque tenga que morir contigo, no te negaré.
Y todos los discípulos decían lo mismo.
(Mateo 26:33-35)

 

La cita:

—¡No conozco a ese hombre!
(Pedro, pocas horas después, cuando le preguntan, si él es del circulo de Jesús)

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