Mensaje a sus casas 7

Querid@s amig@s, queridos miembros de la congregación la Reconciliación:

el próximo Domingo es el Domingo “Rogate” (= ¡oren!) – y por lo tanto queremos invitarlos y animarlos en forma muy especial por medio de este “mensaje a sus casas” para orar : con la sabiduría de los salmos y la urgencia científica de algunos norteamericanos, con Lutero y la Biblia. Y naturalmente con una oración.

  1. Reflexión: orar
  2. Practicando la religión: orar- ¿cómo se hace ésto?
  3. Congregación La Reconciliación
  4. Final: una oración, un verso y un dicho.

 

1. Reflexión: orar

Orar. Much@s de ustedes habrán tenido sus experiencias con orar. Algunas veces desilusión porque una oración no fue escuchada. Tal vez recuerdos agradables cuando una oración sí les dio consuelo y fuerza. Pe­ro también pueda ser que lo esti­man una tontería.

En EE.UU. en el año 1999 se practicó un estudio so­bre el rol que jugó la oración (petición) en pacientes de cardiolo­gía. Esto fue publicado en la revis­ta científica “Archives of Internal Medicine”. Se integraron nombres de pacientes elegidos al azar a un grupo de ora­dores, los cuales integraron estos nombres en sus oraciones durante 4 semanas. Los pacientes no tenían noción que se estaba orando por ellos. El resultado con 990 pacien­tes fue el siguiente: los pacientes cuyos nombres fueron integrados a la oración necesitaban significati­vamente menos medicamentos, el proceso de sanación fue más rápido y el bienestar era significativamente mejor.

¿Qué se hace con un estudio de esa índole?
¿Tenemos dudas sobre el método de estudio aplicado?
¿Tenemos que revisar nuestra imá­gen de Dios?
¿O empezaremos a rezar de otra manera?

Orar no se puede explicar psicoló­gicamente. Orar tampoco se puede entender o aprender. Se aprende a orar cuando un@ reza. Se entrega a ésto. No necesitan ser palabras muy elaboradas. Puede ser un grito silencioso, un pensamiento suelto. Se puede orar cuando se sabe por qué asunto estamos orando. Tene­mos ojos y oídos, que nos abren el corazón. Personas que nos import­an. Contemplamos la belleza de nuestro mundo y nos alegramos. Escuchamos la queja de nuestro mundo y lloramos por èsto.

Yo los invito, ¡traten de orar! En la forma màs ìntima de cada un@. Sol@s o en comunidad.

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2. Practicando la religión: Orar – ¿cómo se hace ésto?

Una especie de “instrucción para orar” la misma biblia nos lo indica: los salmos. 150 oraciones están recopiladas allí: algunos vienen de antaño, otros se encontraron en alguna parte, otros fueron escritos para un cierto momento. En ellos se encuentra la suma de toda la teología bíblica. Ell@s muestran la riqueza de las distintas formas como la humanidad habla con Dios: alabar y agradecer, lamentar y rogar. En los salmos las autoras y los autores le presentan a Dios todos los sentimientos humanos.

Ell@s lamentan. Se lamentan de su penuria, si, también acusan a Dios y no se reprimen en acusarlo. Ell@s le gritan al mundo lo que les oprime la garganta y les quita el aire para respirar.
Dios, tantos muertos y tanta pena – ¿cómo puede ser ésto?
Dios, tanta pena sin fin y el miedo – ¿cómo puedes permitir ésto?
¿Adónde estás, Dios? Pues ¡ven y ayúdanos!

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Ell@s ruegan: Hablan de su penuria, de sus necesidades. Ruegan por ellos, ruegan para amig@s, como también por enemig@s. También aquí los ruegos salen de la profundidad del corazón – no se sienten inhibidos.
Dios, te rogamos para nuestros seres queridos: ámparalos y guárdalos. ¡Haz que este virus no los ataque!
Dios, te rogamos: dános una perspectiva – todo es distinto y eso me produce miedo. ¿Qué nos traerá el futuro?

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Ell@s alaban: Alaban a Dios por sus obras grandiosas. Por habernos creado. Por perdonarnos nuestros pecados y ser bondadosa. Por la hermosura de la creación. La boca parece rebalsar con todo lo que está en el corazón.
Dios, te alabamos en estos días por todos los milagros grandes y pequeños: que una persona de 90 años es dada de alta en el hospital. Que todavía no nos hemos peleado, aunque estemos todo el tiempo demasiado junt@s. Que el sol brille aunque estemos en el mes de Mayo.

Ell@s agradecen: Le agradecen a Dios por todo lo bueno que les ha dado. Acompañamiento y ayuda, en lo pequeño como en lo grande. Agradecen que Dios existe, nos acompaña y nos cambia.
Dios te damos gracias por el tiempo prolongado que ahora estamos pasando junt@s. Por el hecho que como familia hemos adquirido nuevos rituales. Por la capacidad de las personas de darle otros valores a muchas cosas. Porque estás presente – especialmente ahora cuando much@s estan muy lejos.

Los salmos muestran los miedos y las necesidades, las alegrías y el agradecimiento que sentían las personas hace más de 2000 años atrás. Pero también nos muestran como podemos rezar hoy, como ser: decirle a Dios abiertamente y sin reparos lo que nos preocupa. Y cuando alguna vez nos falten las palabras propias, por suerte en los salmos hay oraciones que le han servido a miles de generaciones y de los cuales podemos hacer uso.

 

3. De la congregación La Reconciliación

Como congregación deseamos nuevamente invitarlos a ¡orar mutuamente y apoyarse una al otro!

  • Propónganse de orar cada día por una persona de la congregación – ¡igual si la conoces bien o recién no más, si sabes su nombre o solamente sabes como se ve ! ¡oren por ella! Si quieren le hacen saber que han rogado por ella/el.
  • Háganse el propósito de llamar por lo menos una vez a la semana alguna persona de la congregación, con la cual no se hablan regularmente y le preguntan como se siente.

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Asi podemos estar en comunidad y darnos fuerza con la oración y la conversación. Por supuesto también nos pueden llamar a nosotr@s l@s pastores en cualquier momento y ¡estaremos para escucharlos! También si necesitan de un contacto ayudaremos con gusto.

Cada un@ puede orar por si sol@ en su casa. Pero a lo mejor también es bueno – a pesar de que estemos a distancia – ORAR CONJUNTAMENTE. ¿Como será eso? Si ustedes tienen ganas de orar junto a otras personas, intercambiar oraciones y sentirse más unid@s con la oración: ¡participen en nuestro grupo de oración de What’sApp! Allí podemos intercambiar oraciones, darnos valor mutuamente, lamentar o alabar mutuamente, y – si tienen el deseo – juntarnos una vez en la semana en forma “virtual” para orar en conjunto. Tal como el grupo lo decida y lo encuentre apropiado. Por lo tanto, si tienes ganas de participar, avísame (pastora Nicole) bajo el número: 9 53259629. Naturalmente pueden pasarme a mi o al grupo sus deseos de oración.

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Además la Federación Luterana Mundial, el papa Francisco y el Gran Imán de Al Azhar invitan a orar por toda la humanidad el día 14 de mayo. Acá se puede bajar la oración.

 

4. Al final: una oración, un versículo y una cita:

 

La oración:

Anhelo de sentir tu cercanía, oh Dios,
eso lo necesito para vivir.

Mis pensamientos y sentimientos están conjuntos.
Me llena la tranquilidad.
En tu presencia
yo puedo tranquilizarme y estar en silencio.
(silencio)

No necesito hablar
para que me escuches.
No necesito recordarte
lo que está pasando en este mundo.
No necesito decirte
para qué necesitamos tu ayuda.

En tu presencia
yo puedo tranquilizarme y estar en silencio.
(silencio)

Las personas que me son cercanas,
y las personas que están lejos,
quiero recogerlas en mi silencio.
Quiero estar callada sustituyendo
a las que están demasiado ocupadas, demasiado preocupados,
demasiado distraidas o ruidosos.
Con todos mis sentidos y pensamientos
me dirijo a ti, oh Dios.
En tu presencia
puedo quedar tranquila y estar en silencio.
(silencio)

Sentir tu presencia, oh Dios,
eso te ruego que me concedas.
Eso lo necesito para el tiempo y la eternidad.
Amen

 

El versículo

De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
(Romanos 8:26)

 

La cita

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Recen como si todo el trabajo no fuera útil y trabajen,
como si no fuera útil toda la oración.
(Martín Lutero)

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