1. Dos discípulos.
(Lucas 24:13-35)
„Ahora se terminó todo“ se lamentaba Kleopas „Ahora estamos completamente solos.“
„Si, tú tienes razón“ contestó su amigo. „¿Qué haremos ahora?“ Kleopas y su amigo tenían que recorrer un camino largo. De Jerusalén hasta Emaús, adonde querían llegar, había que caminar por lo menos 2 horas. Caminaban lentamente y se veían muy tristes. Y realmente lo estaban.
Todo había comenzado tan bien. Habían conocido a Jesús e inmediatamente quedaron fascinados de su personalidad. Jesús era distinto a los profesores que conocían. Cuando Jesús les contaba sobre Dios, uno sentía que estaba presente. Y Jesús también sanaba a enferm@s. „A lo mejor él es verdaderamente el Mesías, el salvador, a quien estamos esperando tanto tiempo“ pensaron ellos. Y estaban muy seguros que querían estar siempre con Jesús. Todo había sido tan maravilloso, hasta hace 3 días. Jesús fue tomado preso y finalmente incluso lo mataron. Ahora ellos estaban solos. Ahora Jesús ya no estaba con ellos.
[row]
[span4]
[/span4]
[span4]
Muy tristes caminaban por la calle y conversaban sobre lo que había ocurrido. No se asustaron cuando repentinamente apareció un hombre caminando a su lado, porque aquí caminaban muchas personas desconocidas. El hombre aparentemente tenía el mismo destino, así que siguieron caminando de a tres.
Kleopas y su amigo conversaron con el hombre. „¿Sobre qué estaban hablando?“ preguntó él. Entonces ellos se quedaron parados con mucha pena. „¿No sabes lo que ocurrió en Jerusalén?“ preguntó Kleopas. „Pero todos hablan de eso.“
„¿De qué estás hablando?“ Quiso saber el hombre. Y entonces Kleopas empezó a contarle. „Tú seguramente has sabido de Jesús. Él fue un profeta. Hizo muchos milagros, sanaba a enfermos e incluso resucitó a muertos. Estábamos ahí. Estuvimos caminando con él y hemos escuchado lo que decía acerca de Dios. Cuando él hablaba, entonces uno se daba cuenta que él tenía la razón.“ Kleopas suspiró. „Yo creí que él era el Salvador. Yo quería estar siempre con él.“
[/span4]
[/row]
Ahora Kleopas se puso más triste aún. Pero le hizo bien poder hablar y contar todo. „Hace 3 días que entonces ocurrió: Jesús fue capturado y después crucificado. Ahora Jesús está muerto. Ya no está con nosotros.“ Kleopas luchaba contra sus lágrimas. Su amigo le ayudó y siguió contando sobre lo que había ocurrido: „Esto fue hace 3 días. Y hoy temprano pasó algo extraño. Algunas mujeres estaban delante de la sepultura de Jesús. Pero no encontraron el cuerpo de Jesús, ya no estaba. Además contaron que vieron algunos ángeles. ‚El vive’ habían dicho los ángeles.“
Kleopas asintió. Ojalá que fuera cierto lo que habían contado las mujeres. Pero si Jesùs estaba muerto. Ya no estaba. El hombre miroó a los dos amigos. Kleopas siguió hablando: „Algunos de nosotros, sus seguidores, fuimos a ver su sepultura y realmente era como habían dicho las mujares, él ya no estaba. ¿Pero adónde está? No lo hemos visto.“ Kleopas calló y pensó qué lindo había sido cuando Jesús todavía estaba con ellos.
[row]
[span4]
El hombre que todo el tiempo estaba con ellos, escuchó todo. „Ustedes todavía entienden muy poco“, dijo. „¿Porqué no creen lo que los profetas han escrito en el Antiguo Testamento? Pues allí dice que el Cristo debe sufrir y morir.“ Kleopas y su amigo le escuchaban fascinados. El tiempo pasó tan rápido que luego ya llegarían a Emaús.
„Venga con nosotros a nuestro hogar“, le dijo Kleopas al hombre. „Ya es tarde y luego estará oscuro. Puede alojar en mi casa.“ El hombre asintió y entraron juntos en la casa. Kleopas y su amigo ya no estaban tan tristes. Ahora dispusieron todo para la cena. Cuando el pan estaba sobre la mesa, se sentaron. El hombre tomó el pan en sus manos. Entonces agradeció a Dios por el pan, lo quebró y se lo dió a los dos amigos.
[/span4]
[span4]
[/span4]
[/row]
Así lo había hecho Jesús siempre. Y entonces se dieron cuenta que era él mismísimo Jesús el que estaba con ellos en la mesa. „¡Jesús de verdad vive!“ pensaron „¡Él está con nosotros! Jesús había resucitado, ya no estaba muerto.”
Kleopas y su amigo realmente estaban felices. Pero en el mismo momento Jesús había desaparecido. Pero ahora sí sabían que Jesús estaba vivo, ya no estaba muerto. „Jesús ya no está muerto“ se regosijaban. „De verdad tendríamos habernos dado cuenta en el camino. —¿No es verdad que el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando y nos explicaba las Escrituras?”
¿Y yo? „¿En qué lo reconozco a Él?“ ¿O talvez a veces camino ciega al lado de él y no reconozco su presencia? Les invito a poner mucha atención en este tiempo de Pascua, donde Jesús va con nosotr@s, donde está presente su palabra o donde alguien sigue su ejemplo. Traigamoslo a nuestro quehacer diario, para que el Resucitado también nos mueva a nosotr@s y nos acompañe.
2. Una testigo contemporánea. (Hechos 2:37-47)
De acuerdo, encuentro fascinante lo que dice Pedro y lo que hace esta gente. Lástima que me perdí el primer sermón. Dicen que de repente tod@s se entendieron independientemente de su propio idioma. Increíble. Me cuesta imaginármelo. Sin embargo, me lo contó mi vecina Sara, y ella estaba presente. Ahora ella se unió al grupo. Totalmente. Con todo lo que eso implica. Y si digo TODO, quiero decir TODO, literalmente. Difícil de imaginarse. Pero sí, están creando una comunidad gigante. Quien quiere unirse, aporta todo lo que posee. ¡TODO! No lo que le sobra sino lo que le es necesario. ¡TODO! Eso no es nada para mi. Entiendo que suena fabulosa lo que pregonan: ¡La buena noticia para tod@s! ¡Dios te ama, digan lo que digan los demás! ¡Jesús perdona nuestros pecados!
[row]
[span3]
[/span3]
[span5]
No me vendría mal un perdón por algunas cosas… Siempre peleo con mi hija, a veces esto es totalmente innecesario, pero siempre quiero tener yo la razón. También he maldecido a Rishad una que otra vez. El siempre trata de hacerme lesa cuando negociamos. Y… se me vienen más cosas a la mente. Nada de eso me orgullece. ¿Podría ser, que reconocer todo eso sea un primer paso? ¿Reconocer que algo está mal? ¿Significa eso hacer penitencia? ¿O no? ¿Y Jesús nos perdona? ¿Así no más? Suena a liberación. Esa parte me agrada.
[/span5]
[/row]
Además, pertenecer a una comunidad hace bien: cantar y orar junt@s, escucharse mutuamente y compartir preocupaciones, cocinar y comer junt@s.
Sin embargo ¿entregar para eso todo lo que poseo? ¿Todo lo que tengo?
Mi marido está superentusiasmado. Se uniría a ell@s inmediatamente. Se dejaría bautizar. Sin embargo, a mi me angustia un poco pensar en compartir todo. ¿Qué va a pasar, si este proyecto no resulta? ¿Si finalmente me quedo con nada? Además, los dos nos hemos partido el lomo trabajando para conseguir todo lo que tenemos. ¿Compartirlo? ¿Con otr@s que ni conozco? No sé.
Mi marido opina que esto podría ser más liberador que recibir perdón. No sentirse amarrado. Sentirse como nuevo, porque ya nada nos ata. Sentir la profunda alegría que resulta del compartir. Vivir la cálida seguridad que brinda la comunidad. Mi marido siempre fue idealista. A ver, si logra convencerme a mi también…
3. Esteban. (Hechos 6+7)
Los meses de marzo y abril son estupendos para viajar por la Tierra Santa! Los fríos del invierno ya han pasado en Jerusalén por fin y el calor del verano aún está lejos. Un día turístico clásico comienza en el cerro de Los Olivos desde el cual se disfruta una vista panorámica del centro de la ciudad. El cerro del templo y el domo de roca, muchas de las cúpulas de las iglesias y la Puerta Dorada.
Luego sigues caminando el cerro abajo al Valle de Quitrón, visita el Jardín de Getsemaní y admira los arboles de olivos de 2.000 años, en los cuales puede haber orado Jesús la noche antes de morir. Después, para llegar al famoso centro de la ciudad hay que subir nuevamente y el guía turístico nos muestra un pequeño monasterio griego, siempre cerrado, ubicado en un cruce de calles ruidoso. Aquí fue apedreado Esteban, según la tradición ortodoxa, el primer diácono y mártir del cristianismo.
[row]
[span3]
[/span3]
[span5]
„Diácono” significa en griego „servidor o ayudante“, y éste es el primer oficio dentro de la comunidad cristiana original. Los apóstoles los integran para ayudar a las viudas, que debían ser alimentadas (Apg 6): esto significó el inicio del servicio al prójimo organizado, que hoy llamamos „Diaconía”.
„Martiréo” significa traducido „dar testimonio”, y esto podía ser utilizado en diversos contextos. En la iglesia antigua se mencionaban insistentemente los „mártires”, que eran los „testigos de sangre” que no querían dejar el Evangelio, aunque fueran amenazados de muerte.
[/span5]
[/row]
Esteban es descrito como „un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo“. „El, lleno del poder y la bendición de Dios, hacía milagros y señales entre el pueblo.” Esto suena muy bien, pero lo acusan porque él habla sobre este Jesús de Nazaret, quien fue crucificado el viernes santo (con razón). Esto les gustaba a aquellos que eran escuchados en los templos y lo pusieron en juicio donde quiera que aparecía y „las autoridades y todos los que estaban allí sentados, al mirar a Esteban, vieron que su cara era como la de un ángel”.
[row]
[span4]
Al estilo de los grandes profetas se defiende Esteban en su juicio inicial (Apg 7) – comenzando con Abraham y Moisés, la historia de Dios con Israel, valorando el resultado: „Pero ustedes —siguió diciendo Esteban— siempre han sido tercos, y tienen oídos y corazones paganos. Siempre están en contra del Espíritu Santo. Son iguales que sus antepasados. ¿A cuál de los profetas no maltrataron los antepasados de ustedes? Ellos mataron a quienes habían hablado de la venida de aquel que es justo, y ahora que este justo ya ha venido, ustedes lo traicionaron y lo mataron.”
Con esto por supuesto que están hablando de la persecución a Jesús y así „cuando oyeron estas cosas, se enfurecieron y rechinaron los dientes contra Esteban.” Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios.
[/span4]
[span4]
Santo Esteban: el primer diácono y el primer mártir de la iglesia.
[/span4]
[/row]
„Entonces dijo: —¡Miren! Veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre a la derecha de Dios. Pero ellos se taparon los oídos, y dando fuertes gritos se lanzaron todos contra él. Lo sacaron de la ciudad y lo apedrearon.“
Esteban ayuda a l@s necesitad@s, hace grandes obras y testifica aún bajo persecución su fe. Por eso muere y por eso hasta hoy es valorado como el primer diácono y mártir, muy especialmente en el cercano oriente, donde cristian@s son perseguid@s desde hace muchos años en diversos países. No podemos ni imaginarnos lo terrible que puede haber sido por ejemplo en Irak o Siria en los últimos años. Es así como estoy profundamente impresionado con las palabras de Amil Gorgis, quien vive en Berlín y es miembro de la Iglesia Siria-Ortodoxa: „Esteban es para nosotros un gran ejemplo, a pesar que nosotros pensamos en los perseguidores, y que Dios les abra los ojos. Con todo lo que conocemos de crueldades y persecuciones – tenemos la esperanza que no debemos perder, que Dios les regala un momento para pensar sobre sus obras y puedan arrepentirse.” Esteban dijo las siguientes palabras después de Jesús: „¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!” Y yo estoy profundamente impresionado, que un miembro de la comunidad cristiano-siria también ruegue por los perseguidores.
El pequeño Monasterio que siempre estaba cerrado en el cual apedrearon a Esteban, parece muy sencillo al lado de todas esas construcciones impresionantes y lugares de conmemoración grandiosas de la ciudad. Pero el testimonio del primer diácono y mártir del cristianismo aún ilumina hasta hoy. Nos mantiene en el recuerdo que la primera tarea organizada de una comunidad era la preocupación por el prójimo. Esto nos invita a pensar en qué testimonio personal estamos dispuestos a dar. Ojalá nunca nos persigan por nuestra fe, pero ¿cuándo le contamos a otr@s al respecto? ¿A quién invitamos? ¿Dónde damos testimonio en palabra y obra? Estas son grandes preguntas – y nadie se tiene que asustar si en el primer momento no aparece una respuesta. La consideración está: somos cristian@s no para nosotr@s mism@s, sino para entregar testimonio.
4. Simón el Mago. (Hechos 8)
El ambiente está lleno de magia, la gente queda cautivada.
Simón debe haber sido un hombre con un carisma muy especial, con dones excepcionales y una increíble atracción…………..y una marcada necesidad de sentirse importantísimo. Se arrogó el epíteto de “el grande”, consiguiendo entre los habitantes de Samaria admiración por lo que realizó, y también por la manera de presentarse. Se corría la voz sobre magia, trucos y un poder especial. Toda la gente sencilla, como también los poderosos, le prestaron mucha atención. “Él es ´la gran fuerza´ de Diosa personificada” decía la gente. Que le escuchaban con tanta atención, tenía una razón: Hace ya algún tiempo la gente había perdido el sano juicio viendo su magia. Era maestro de la ilusión y seducción. Su ganancia: prestigio, admiración por las masas y, sin duda, muchísimo dinero.
[row]
[span4]
[/span4]
[span4]
Este hombre tiene una racha de éxito. ¿Qué le haría tropezar? Sin embargo, sucede lo que él nunca esperó: un poder mayor del que él irradia, irrumpe en su vida. Felipe, un discípulo de Jesús, llega a Samaria, a SU cuidad. Felipe anuncia la Buena Nueva. La gente queda impresionada por él. Más que por el “gran Simón”. Habla del amor de Dios, del perdón de los pecados, de la redención del hombre por el Jesús crucificado. Este mensaje impacta. Cala tan profundamente que la gente se deja bautizar y adhiere a Jesús.
Hasta Simón se siente tocado por esta Buena Nueva. El relato dice: Creó y fue bautizado. Debe haber sido un tiempo impresionante para la gente en Samaria. Los apóstoles predican empoderados por el Espíritu de Dios, y acontece lo que Jesús anunció: “curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, echen demonios. Gratuitamente lo recibieron, denlo gratuitamente”. (Mateo 10:8)
[/span4]
[/row]
Simón está muy entusiasmado: Señales y milagros – eso es su campo de acción. Lo que ve le “asombra sobremanera”. Esto es más que él puede lograr. Mucho más que trucos e ilusiones. Esto es auténtico: Frente a sus ojos quedan personas sanadas, demonios son expulsados – ciertamente, aquí obra un gran poder. Simón también ambiciona este poder: quiere ser parte de eso, quiere hacer milagros de verdad, no más trucos.
[row]
[span4]
Cuando Pedro y Juan se enteran de que en Samaria much@s aceptaron la fe, emprenden el camino hacia allá. Quieren orar para esta gente. El texto relata que la gente se había bautizado, sin embargo, todavía no habían recibido el Espíritu. Los apóstoles oran y les imponen las manos. Así reciben las personas el Espíritu Santo. Es difícil imaginarse como se veía eso. Sin embargo, claramente se vió y también se sintió – Simón ve con sus propios ojos cómo se entrega el Espíritu. Razona: quien tiene el Espíritu puede realizar milagros, quien tiene el Espíritu tiene poder. Se devana los sesos: ¿Cómo puedo yo llegar a obrar este milagro de los milagros? ¿Cómo puedo yo imponer las manos a alguien para que reciba el Espíritu de Dios? Lo primero que se le ocurre es hacer un negocio: Comprar este poder. “Tomen mi dinero” dice a Pedro y Juan “para que me expliquen como también yo pueda obrar este milagro”.
Todo su ser anhela volver a sentir poder. Anhela producir nuevamente este asombro en la gente, anhela ser aclamado, anhela sentirse grande de nuevo. Para eso daría gran parte de su dinero. A Pedro no le convence la propuesta de Simón en absoluto. Al contrario, muy enojado contesta: “Púdrete tú con tu plata”. El don de Dios no se puede adquirir con dinero, no se vende, solamente se regala. Simón recibe palabras muy duras de parte de Pedro: “Ni tienes parte del poder que nos fue regalado, ni derecho a reclamarlo. Porque tu corazón no sigue los caminos de Dios”.
¡Qué juicio tan demoledor! ¿No había aceptado la fe y fue bautizado? Solamente deseaba también poder dar ese Espíritu. Pedro lo ve de otra manera: Simón sigue preso de su antigua ambición de poder y reconocimiento. No pretende orar por otros, con humildad, descartando cualquier egoísmo, para que éstos podrán recibir el Espíritu Santo. Simón pretende convertir este acto en una demostración que aporta admiración a él. Esto no es amor al prójimo sino egoísmo puro. Peor todavía: es el intento de servirse del regalo de Dios para la gente para sus propios pretensiones.
[/span4]
[span4]
En el transcurso de la historia de la iglesia, el personaje de “Simón el mago” se presentó cada vez más como charlatán o hechicero, transformándose en el prototipo del “seductor anticristiano de masas”. Se supone (eso no sale en la biblia) que realizó acrobacias de vuelo (por supuesto apoyado por diablos). Dicen que San Pedro, en persona, reaccionó a eso, pidiendo a Dios terminar con estas exhibiciones cuanto antes. “Pero que no muera, solamente quede fuera de circulación quebrándose el fémur en tres partes”. Simón cayó del cielo y se quebró el fémur en tres partes. Entonces tod@s le tiraron piedras, volvieron a sus casas y de ahí en adelante confiaron en Pedro.
[/span4]
[/row]
“El Espíritu sopla donde quiere” se puede leer en otra parte del Nuevo Testamento. Obviamente, al Espíritu no se puede mandar, ni servirse de él. Para Pedro, el intento de usar el Espíritu para ganar prestigio, es un pecado grave. “Arrepiéntate” le dice a Simón “y pídele perdón al Señor”.
Simón acepta su derrota. Reconoce la maldad de su propuesta y pide a los apóstoles que rueguen por él, para que no sea alcanzado por el mal.
Espero que su petición fue hecha con honestidad.
5. Pablo. (Hechos 8+9)
De Saúl a Pablo.
Saúl es un hombre muy enérgico. Más aún, es tremendamente mal genio. Encargado por los fariseos de combatir una comunidad cristiana en Jerusalén. A Esteban lo manda a apedrear, destruye las salas comunitarias, encarcela a hombres y mujeres. (Hechos 8:1-3) Cuando estuvo cumplido su cometido, es enviado a Damasco. También allí dicen encarceló a seguidores de Jesús. Ahora llegó la hora de hacer orden. Con algunos soldados Saúl inicia su viaje. Todavía reclama amenazas y asesinatos contra la historia de los apóstoles y la da a conocer.
[row]
[span5]
¿Cómo podría haber actuado de otra forma que combatiendo a estas personas? El ya sabe que son peligrosas y son contrarios a Dios. El había estudiado la Escritura y conocía las palabras del profeta que fueron citadas hace muchas generaciones. Nada puede ser cambiado, ni un acento puede ser extraído de las leyes. Además es enviado oficial. Desde las más altas esferas se impartió la orden. Saúl significa “el requerido o solicitado”, lo cual calza perfecto.
Sumergido aún en su enojo en su viaje a Damasco se le aparece una luz muy clara. Tan clara que no ve nada más. El se lanza al suelo y escucha una voz: Yo soy Jesús. ¿Porqué me persigues? Saúl está completamente perplejo. Esta luz no solo era muy clara, sino que se sentía como traspasando de luz todo su cuerpo y que se quemaba su interior. ¡Y esta voz! No era solo una voz común que aparecía de la nada. Era una voz con poder, con fuerza.
[/span5]
[span3]
[/span3]
[/row]
El supo de inmediato: esta es la voz de la verdad. No necesita preguntas o averiguaciones. Esta voz y su origen era más grande y verdadera que la de cualquier directivo fariseo, más grande que cualquier convicción arraigada durante tanto tiempo. El siente eso. Para Saúl es como si le quitaran el piso bajo sus pies. Ya no se puede orientar, por un lado está cegado por tanta luz, por otro lado porque todo su mundo se cayó sorpresivamente, su legitimación, su rabia, su esfuerzo.
[row]
[span3]
[/span3]
[span5]
El esforzado y letrado Saúl es tomado en la calle y es llevado a una casa ajena. El tiene que confiar en los extraños que están a su alrededor.
A aquell@s que él combatió, a l@s cristian@s, ya no los puede ver, pero sí escuchar lo que ell@s tienen que decir. Él oye sobre el mensaje que los apóstoles expanden sobre Jesucristo, el escucha hablar a Jesús también. Después de tres días ciego Saúl se convirtió en otra persona. El nuevo mensaje perdió su tono amenazante. Él inicia sus conocimientos sobre las antiguas escrituras y empieza a vincularlas con el mensaje y comienza el nuevo camino junto a Dios.
La historia del apóstol dice que desde ahí en adelante solamente lo nombran Pablo, el pequeño y ese es el nombre más conocido para nosotr@s.
Su entusiasmo no lo abandona. Todo lo contrario. Después de ser asistido por el hombre que lo recibió ciego y desesperanzado, él se deja bautizar y comienza a viajar, a predicar y a formar comunidades en vez de destruirlas.
Él escribe cartas con profundos debates teológicos y los nutre con vida comunitaria. Él utiliza mucho conocimiento de su identidad judía.
[/span5]
[/row]
Su nombre lo continúa usando, lo convierte en su programa. Él ya no quiere sobresalir, no quiere ser lo más importante. Él quiere humildemente servir al Señor, servir como herramienta del Señor, cuyo reino en el mundo será construido.
“Si he de ser famoso, entonces seré famoso por mi debilidad” escribe Pablo en su segunda carta a los Corintios. Durante su servicio a las comunidades él no quiere vivir de donaciones y ofrendas a los cristianos, él continúa trabajando en su profesión construyendo carpas para ganarse el pan de cada día. Su humildad no solo es una parte nueva de su „ser cristiano“, sino que tiene en Pablo un gran trasfondo: la persecución implacable de l@s cristian@s hecha por su mano, no la puede corregir. Él sabe lo que les hizo a aquell@s que lo aceptaron, por ese motivo más aún les sirve con mayor humildad.
Él se mantuvo siempre como un hombre aplicado, pero aprendió a no estar en el centro de la atención. Su forma de tomar las cosas, su talento para enseñar y crear transformaciones se generan del mensaje del amor y las alabanzas, considerando a los seres más vulnerables. Dios lo acepta con todas sus características – también con sus defectos. Pablo sigue luchando, hasta su muerte. Ya no contra Cristo, sino para él.
6. Lidia (Hechos 16:11-15).
¡Qué mujer! ¡Lidia!
Lidia fue la primera en Europa en encontrar la fe cristiana, y ella fundó enseguida la primera comunidad en este continente. Y Lidia supo muy bien qué quería.
Quiero contarles algo sobre ella.
[row]
[span3]
[/span3]
[span5]
Lidia era una mujer que no dudaba tomar decisiones y que no era temerosa; parece que estaba acostumbrada a conseguir lo que quería. O por lo menos, luchaba para eso.
Ella no era oriunda de Filipos, sino de Tiatira en Lidia, una región de Asia Menor. Por lo tanto, ella es una inmigrante y se estableció en Filipos, a lo mejor, debido a su profesión. Ella es una empresaria independiente: Comercia con púrpura. Trafica con ingredientes de teñir color púrpura. Un bien de lujo. Púrpura es el color del poder. L@s poderos@s usan este color para demostrar su riqueza. Puede ser que esto haya sido la razón que movió a Lidia de establecerse en Filipos, porque allí había much@s pudientes que podían darse el lujo de usar este producto. Lidia misma debe haber pertenecido a la “clase media”. Ella no es ciudadana romana, y por ende, tiene menos derechos, sin embargo, debe haber dispuesto de cierto capital para financiar su negocio. Es una mujer libre. Seguramente era soltera, ya que es la jefa de su propio hogar, al cual invita a Pablo y sus acompañantes.
[/span5]
[/row]
Se presenta como una mujer que honra a Dios. Debe haber sido simpatizante de la fe judía, observando muchos reglamentos de fe y vida judíos, sin embargo, sin haberse convertida plenamente al judaísmo. Se juntó con las mujeres en la ribera del río para orar. En medio de niños que jugaban, perros vagos y soldados romanos que patrullaban.
[row]
[span5]
¡De repente aparece Pablo allí mismo! Se nos relata de Lidia que el Señor abrió su corazón, para aceptar gustosamente las palabras de Pablo. Se deja bautizar. Ella y también tod@s que vivían en su casa.
Lamentablemente, el relato en Hechos no especifica qué es lo que contó Pablo a Lidia y las otras mujeres. ¿Qué palabras encontró Pablo, para impactar tanto al corazón de Lidia para que confiesa a Jesús Cristo? ¿Qué la convence tan absolutamente? ¿Qué la conmueve?
[/span5]
[span3]
[/span3]
[/row]
Lidia reconoce la fuerza dinámica y el potencial liberador del mensaje cristiano y abre su corazón. Y su casa. Se convierte en anfitriona – al principio para Pablo y sus acompañantes, después para la comunidad cristiana en Filipos. De este lugar se expande el mensaje. El mensaje liberador que sostiene que en Cristo no hay diferencias ni sometimiento. Mujeres pueden liderar comunidades y contagiar a otr@s con su fe. Muestra que vale la pena ser valientes. Enseña que el amor de Dios sobrepasa nuestros corazones y mentes.
7. El vidente Juan (Apokalipsis).
El último libro de la Biblia, la Apocalipsis (o “las Revelaciones”) de Juan era al comienzo muy controvertido y la iglesia inicial la rechazaba. Aún hoy se preguntan l@s lectoras el significado y a más de unA pastorA le cuesta “sudor en la frente” preparar la prédica del domingo a base de un texto de este libro.
[row]
[span4]
En el arte y hasta en el uso general del lenguaje se muestran cuadros potentes: Se habla de “el libro de los 7 sellos”, “el reino de mil años” impreso por los nacis como edición de su locura por el poder, y los “666” rige en muchos círculos como número demoníaco o satánico. Muchas figuras del “Juicio final”, de Jesús como “el cordero de Dios” o del “susto de los tiempos finales” fueron inspirados en el libro de Apocalipsis de Juan.
Esto no es para analizar cada motivo en forma individual, sino me gustaría consultar en forma más general: ¿Qué significado tenía este texto para la cristiandad que inicia? En la gran duda sobre la interpretación de muchas figuras y sobre este “Juan” y quién era en realidad, hay mucha unidad sobre el pensamiento, que la Apocalipsis era una reacción a un desafío.
[/span4]
[span4]
[/span4]
[/row]
Personas valientes habían dado a conocer la fe cristiana en el este del mediterráneo. En los Mensajes a sus casas anteriores han podido leer al respecto, con qué resistencias tuvieron que luchar y cuánto tuvieron que involucrarse ellas personalmente. ¡El éxito fue increíble!
De un pequeño grupo de la “comunidad de Jesús”, en forma religiosa-sociológica se puede hablar de una secta judía, habían muchas comunidades de diferentes clases sociales que se formaron en tres continentes. Esto conllevó a conflictos con comunidades de sinagogas y finalmente también con las autoridades romanas, que otorgaban al judaísmo un cierto status especial, pero a l@s demás les pedían que dependieran del culto del emperador.
[row]
[span4]
[/span4]
[span4]
Desde fines del primer siglo hubo muchas veces, y también en forma local, persecuciones de comunidades cristianas por las autoridades estatales. Aunque hay muchos datos que hoy en día ya no son comprobables, claro está el punto importante que l@s cristian@s se negaban a orar al emperador. Much@s preferían ir a la muerte – aquí comienza el reconocimiento histórico a l@s mártires. Juan llama a tod@s a ser valientes. El mismo está en la resistencia y ve un abismo de diferencia con el Imperio Romano y el Reino de Jesucristo. Al parecer los castigos en ese tiempo no eran tan drásticos, porque él vivo “solo” en el exilio.
Un cierto modo de aceptar las demandas de la comunidad o continuar con su vida de fe escondido, lo rechaza absolutamente. En un idioma mítico, simbólico y encriptado habla sobre las vivencias o sobre el futuro y el riesgo de la persecución de l@s cristian@s. L@s científic@s de la Biblia no están de acuerdo, si escribe sobre esta base o si editaba visiones del futuro para advertir a l@s miembros de las comunidades de “involucrarse demasiado al mundo”.
“Luego apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra.” (Apocalipsis 12:3+4)
[/span4]
[/row]
Los cuadros son impresionantes: catástrofes naturales, personajes y figuras de miedo que destruyen el poder existente en la tierra, y solo quien se reconoce cristian@ será salvad@ finalmente.
Con toda duda sobre la interpretación de las dramáticas escenas, lo relativamente claro es que el reino romano era visto como demoníaco y a Juan le aseguran su perdición. Después hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. El dragón y sus ángeles pelearon, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ell@s en el cielo. Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.
[row]
[span4]
No solo arte y lenguaje le atribuían a “Juan el visionario”, sino también grupos religiosos que querían fortalecer las grandes diferencias entre “fe” y “mundo” o las esperanzas de aquell@s a quienes le importaba un pronto (y terrible) final, como por ejemplo l@s Adventistas o l@s Testigos de Jehová.
En general hasta hoy la esperanza de Juan es importante y su visión de un Jerusalén celestial pertenece igualmente a las bellas imágenes, que dan consuelo a las personas desde hace generaciones, como también sus palabras: Dios secará todas las lágrimas de ell@s, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor.
[/span4]
[span4]
Los seres humanos ya por mucho tiempo están imaginandose el fin del muno, la apocalipsis: antes muchas veces con los imágenes del texto de Juan, hoy más inspirado por catástrofes ambientales, radioactivos o por cometas.
[/span4]
[/row]
Yo estoy de acuerdo con Juan, sin duda es así, la fe y también la vida “en el mundo” tiene consecuencias para l@s y cristian@s no deben aceptar “todo”. Y yo me alegro cuando los textos les dan fuerzas a nuestr@s herman@s por su fe cuando son perseguid@s. Pero aquí – y ahí yo formulo mi discrepancia: Jesús no se preocupó tanto por la lucha o la negación que lo define como escéptico, sino que fue hacia tod@s y cada un@. Él buscaba conversación y argumentaba. Él sanó, perdonó y reconcilió. Él no amenazó, ni se aisló o maldijo. La cristiandad tiene un lado radical y por tiempos vuelve a resaltar por un buen motivo, pero el amor como fundamento no debería ser olvidado nunca.